De la mano inocente del nieto de Jules Rimet en 1938 al homenaje a
Nelson Mandela en Brasil, pasando por el fallo mecánico en el del
Mundial de 1982 o los abucheos de Marsella en el del torneo de 1998, los
sorteos del Mundial tienen una historia rica en anécdotas y momentos
para el recuerdo.
1930 (Uruguay): La
primera edición del torneo se realiza mediante invitación, con 13
países. El sorteo se efectúa tras la llegada de todos los equipos,
apenas tres días antes del inicio de la competición.
1938 (Francia): En un
salón del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia en París, un
niño se sube a una mesa para extraer los nombres de los equipos de un
gran jarrón transparente. Esa “mano inocente” es la del nieto de Jules
Rimet, presidente de la FIFA y creador del Mundial, que sostiene
mientras ese recipiente.
1966 (Inglaterra):
Antes de ese Mundial, organizado por primera vez en el país que inventó
el fútbol, el sorteo hizo historia al ser retransmitido también por
primera vez por televisión, desde el Royal Garden Hotel de Londres.
1974 (Alemania
Federal): Esta vez la ‘mano inocente’ fue la de un niño de 11 años de
edad, elegido entre los integrantes de un coro berlinés. El azar hizo
que encuadrara a las dos Alemanias (RFA y RDA, entonces con el país
dividido) en el mismo grupo, toda una bomba con una dimensión
geopolítica.
1982 (España): En el
Palacio de Congresos de Madrid, las bolas se repartieron en una especie
de tambores de lavadora, que las iban mezclando. Hubo un problema
mecánico con uno de ellos y eso motivó muchos problemas para el correcto
desarrollo del acto y para mantener separados a los equipos
sudamericanos en la fase de grupos. El caos fue la nota dominante del
sorteo. La FIFA decidió volver a los sorteos manuales.
1989 (Italia, 1990): El
sorteo de Roma supuso un antes y un después. Fue conducido por el
entonces secretario general de la FIFA, Joseph Blatter, junto a la
mítica actriz Sophia Loren. “También estaban Pavarotti, Rummenigge,
Bobby Moore, Pelé, Platini. Fue el primero de los grandes shows”,
subrayaba David Ausseil, responsable del departamento fílmico de la
FIFA, durante el sorteo del Mundial-2014.
1993 (Estados Unidos,
1994): El espectáculo, todavía más grande. El Centro de Convenciones de
Nevada, en Las Vegas, se llenó con 4.500 personas, para un sorteo-show
con actuación del cantante James Brown.
1997 (Francia, 1998):
Un partido de gala entre una selección de Europa y otra del resto del
mundo (resultado: 2-0) se había organizado antes del sorteo, que tuvo
lugar en el estadio Velodrome de Marsella. Hubo 32 jugadores, uno por
cada país clasificado, entre ellos Ronaldo (Brasil) y Zinedine Zidane
(Francia), que luego se enfrentaron en la final. El viento soplaba
fuerte en ese mes de diciembre, pero no menos que los silbidos que el
público reservaba a los directivos del fútbol, con Blatter al frente.
2005 (Alemania, 2006):
Los organizadores llevaron a Leipzig a personalidades prestigiosas
(Pelé, Lothar Matthäus, Roger Milla, Johan Cruyff), para un sorteo que
tuvo como maestra de ceremonias a la modelo Heidi Klum. La audiencia
televisada batió récords, con 300 millones de personas siguiendo el
sorteo en casi 150 países.
2009 (Sudáfrica, 2010):
En Ciudad del Cabo, fue la actriz Charlize Theron quien ayudó a Jérôme
Valcke, entonces secretario general de la FIFA, a conducir el sorteo. La
estrella sudafricana del cine bromeó en el ensayo al gritar “¡Irlanda!”
en vez de “Francia”, sorprendiendo a todos. “Fue sólo una broma”,
explicó después Valcke. El motivo de esa referencia a Irlanda era la
polémica de las semanas anteriores por la vuelta del repechaje entre
franceses e irlandeses, en el que los primeros se impusieron gracias a
un gol en una jugada en la que Thierry Henry se había ayudado con la
mano.
2013 (Brasil, 2014): El
sorteo se realizó en Costa do Sauipe. Estuvo lleno de momentos para el
recuerdo: un homenaje al icono de la lucha antiapartheid Nelson Mandela,
fallecido la víspera, un discurso de la presidenta Dilma Rousseff
anunciando la llegada de “la Copa de todas las Copas” u otra
intervención en el escenario del mítico Pelé. La fortuna fue caprichosa y
dejó a España y Holanda, finalistas del anterior Mundial, en el mismo
grupo de la primera fase.